julio 04, 2009

Mi miedo a esas escaleras.

Tenía cinco años, cinco preciosos y hermosos años, aún llevaba mi osito Bubu en la mano pegado fielmente, testigo de mis aventuras por todos los pasillos y las habitaciones de mi casa. Era esa época en la que un niño mezcla las cosas inteligentes, con sus sueños. Sólo tenía cinco años.

Recuerdo cuando mi abuela me reclamaba y me daba un tirón en la mejilla recordándome lo adorable que según ella era. La casa de mi abuela olía a vainilla, aún tiene ese olor de los ambientadores con esa fragancia. Los muebles eran antiguos y en las paredes miles de cuadros me miraban conteniendo los secretos de mi abuela por la pintura. Adoraba cuando daba la luz del sol en la fachada y por las ventanas entraban los rayos de sol, con los visillos ondeando. Bubu también solía gustarle esa casa.

Y digo solía porque él, y hemos de admitir que también yo, odiábamos cuando el sol se ponía, y esa casa encantadora, se convierte en la casa de los cuentos del terror.

Yo tenía mi habitación allí, en el piso de arriba, una cama confortable y poco más. No solía ir a dormir, pero si me quedaba comodidades no me faltaban, aunque lo recuerdo todo bastante austero. Pero lo que si recuerdo es abrazar a mi compañero al que le habían cosido la pata dos veces después de que el perro jugara con él. Pero a lo que más miedo tenía(mos) Bubu(y yo),era a la escalera que baja del primer piso a la planta baja, de mármol negro, incierta, de la cual nunca se veía el peldaño que bajaba, Tanteaba varias veces con el pie para bajar. Confesaré que siempre he tenido miedo a la oscuridad, sin embargo nada era como aquello, de noche, las tinieblas envolvían las paredes los cuadros que de día parecían sonreír, ahora parecían mostrar una mueca de terror cínico. Temía que de pronto una mano huesuda, como las de la televisión, surgiera en el peldaño siguiente y una sonrisa maltrecha y desfigurada brillara entre la negrura. Tenía miedo de ver unos ojos rojos brillando en la oscuridad. Tenía miedo de mis pesadillas.

Pero después de todo tenía solo cinco años ¿No?


No hay peor miedo que
el que construye uno mismo
(Anónimo)

5 comentarios:

Keiko dijo...

Todo el mundo tenemos miedos. Y los miedos son fantasmas vanos que nuestra mente crea con el fin de asustarnos.
Yo de pequeña -aunque no tuve mucho miedo, salvo a ciertas cosas como la niña del exorcitsta-, cuando quería quitar el miedo pensaba en algo más agradable y pacífico y lograba consolar ese temor.
Hoy en día ya nada me asusta xD, pero si algo lo hiciera, descuida que haría lo mismo. Y tú también deberías hacerlo, ya verás. Funciona.

Me encanta como escribes, Len, ya sabes.
Te quiero cara pene! <3

Anónimo dijo...

Jorr..yo sigo teniendo miedo a la oscuridadd valeee?? >.< cuando salgo de noche de mi habitacion para ir a la cocina, paso por delante de las escaleras y la puerta del baño que esta medio abierta, de primeras no me doy cuenta pero cuando voy a volver me da miedo >.< todo culpa de mi hermano y sus bromitas cuando yo era pequeño T_T

Sigue escribiendo mucho mucho mas! Porque sabes que vas a publicar un libro con todas las historias :33 y yop lo compraré (8) XD

Un besooo!!!! :33 <3

Andie dijo...

El miedo es uan sensación inevitable.
Un sistema de protección.

Para ser original, voy a decirte quem e gusta com oescribes.

En serio.

¡Un saludo!

cora dijo...

Me gusta el olor a vainilla en las casas viejas.
Me gusta tu historia.
Creo que todo el mundo a sentido algo parecido alguna vez.

Mrs. Brightside dijo...

No hace falta tener cinco años para tener miedo. El miedo te apunta como una pistola y el no se anda con tonteos. Me gusta. Te sigo.
Un beso:)